“Si el yoga es el origami para el cuerpo, el origami es yoga para la mente”
Este arte de origen japonés, además de reducir el estrés, potencia la memoria y creatividad, mejora la concentración, el autoestima, nos relaja y nos hace un poquito más felices.
Cuando practicas origami estás activando tu cerebro, el desarrollo de la mano y ojo coordinados, la secuenciación de habilidades, atención, paciencia, habilidades espaciales, temporales y razonamiento.