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El aroma de la Cuaresma y la Semana Santa

Llega viernes Santo por la tarde y a lo lejos únicamente puedes observar esa cortina de humo que anuncia la llegada de Jesús Sepultado y percibes ese aroma que no cambia aunque los años pasen. El incienso es el aroma tradicional de una de las celebraciones de fe más grandes de la comunidad católica.
Durante todos los recorridos los incensantes se encargan de esparcir el humo aromático como un acto penitencial hacia Jesús Nazareno.
Para poder llevar a cabo esta tarea, deben preparar la canasta donde pondrán todos los elementos que utilizarán a lo largo del recorrido: carbón, incienso y ocote para poder abastecerse durante el recorrido.

Antes de iniciar el recorrido, deberán “juntar fuego” – que es como usualmente se le llama al acto de lograr encender el carbón y que este pueda mantenerse con una pequeña llama – dentro del incensario (recipientes utilizados únicamente para la quema de incienso y que antiguamente se utilizaban en las celebraciones religiosas católicas, para bendecir el altar y la mesa donde se ofreceríala misa). Los incensantes dejan caer un poco de incienso dentro, verificando que la llama proveniente del carbón esté viva y luego realizan lo que ellos denominan como “La vuelta al mundo”. Este movimiento circular en el que se tira de las tres cadenas que sostienen el incensario tiene como fin avivar la llama para que el incienso pueda seguir saliendo.

Durante el recorrido se forman grupos de incensantes; algunos cargan la canasta, otros se encargan de mover el incensario para que el humo siga saliendo y otros se aseguran de que en todo momento exista una cortina de humo frente a la procesión, caminando de un lado a otro para lograr este objetivo.

Existen varios tipos de incienso, siendo los famosos el olíbano” y la mirra, aunque todo dependerá de la clase de aroma que quiera dársele al cortejo (y utilizar en la velación).

El Viernes Santo y el Sábado de Gloria, son los días en los que hay más cantidad de incensantes. Algunos de ellos aseguran que manipular el incienso y acompañar al cortejo procesional es una forma de representar las oraciones y peticiones que se tienen y verlas elevarse al cielo en forma de humo.
Los incensantes que más han participado en cortejos procesionales, usualmente tendrán más agujeros en la túnica, esto debido a que se queman con el carbón o con las chispas que este emite. Un dato curioso acerca de los incensantes es que aunque la mayoría de las túnicas están rotas o con agujeros, es motivo de orgullo decir que se han roto mientras han vivido más historias a la par de la imagen de la procesión