Así como los seres humanos tenemos un campo áurico que nos protege (aura), las casas también tienen un aura ectoplásmica y en esta van quedando grabadas todas las experiencias agradables y desagradables vividas allí.
Por esto es que, generalmente, las discusiones en una casa o lugar de trabajo casi siempre son por lo mismo, pues es una energía negativa que se ha acumulado y se va reciclando una y otra vez. De ahí que sea necesario limpiar energéticamente la casa. Un entorno, limpio, genera en nosotros algún tipo de protección; estaremos más despiertos, más alertas, más activos.
Nuestra casa o sitio de trabajo (donde permanecemos más de ocho horas) es una representación simbólica de nosotros mismos y, en un sentido más amplio, una prolongación de nuestro yo, entonces cada vez que se hace una limpieza energética, de alguna manera también se limpia y se despeja la vida de las personas que allí viven.
La razón por la cual debemos limpiar los lugares es porque la energía se ensucia, se estanca y esto influye en la salud y el bienestar de los habitantes de la casa.
En donde más se estanca es en los rincones, ya que ella se desplaza en movimientos circulares.
También se estanca debido a enfermedades, sentimientos negativos, emanaciones de los objetos que hay en el lugar, desorden, exceso de cosas amontonadas, mala iluminación…
Antes de realizar la limpieza energética debe hacer el aseo del modo tradicional y a fondo. Es importante estar focalizado en una actitud mental positiva, pedir ayuda, guía y protección, sea cual sea su creencia. Si es posible, tenga puertas y ventanas cerradas; al terminar se abren. Ponga música de mantras, ángeles o sonidos naturales.
Humos.cl recomienda Salvia Blanca e Incienso de Resina de Copal para realizar la purificación.